Marketing

5 Errores que debes evitar en marketing de contenidos

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El marketing de contenidos se ha convertido en un pilar fundamental para las marcas a la hora de conectar con sus potenciales clientes. Y es que los consumidores están cada vez más cansados de la publicidad tradicional, por lo que esta ha dejado de ser efectiva. En cambio, valoran los contenidos y los reciben de buen grado. Un contenido interesante y de calidad ofrece un valor añadido y ayuda a los consumidores en cuestiones que les interesan. Pero además, se presentan de una manera mucho menos invasiva que los anuncios de toda la vida.

Por este motivo, las empresas están apostando por los contenidos están intentando posicionarse gracias a ellos. Este tipo de estrategias reportan un alto ROI que no puede desaprovecharse. Sin embargo, entender su valor no significa necesariamente perfilar la estrategia sin errores, ya que por mucho que destaquemos las ventajas de los contenidos y de por qué son tan eficaces, las marcas siguen cometiendo los mismos errores.

1. Todo es spam

Todos los errores que vamos a ir explicando podrían resumirse en uno solo. Un error capital que las marcas nunca deberían permitir. El marketing de contenidos nunca puede ser spam, pues esto atenta contra los valores fundamentales que lo hacen tan eficaz y rentable.

2. Asumir que lo que le interesa a la empresa le interesará a los consumidores

Cada empresa tiene sus propios objetivos sobre aquello que quieren posicionar ante sus consumidores y deben conseguir que estos se interesen por sus productos, que los elijan frente a la competencia y que entiendan su valor. Pero, para ello, es necesario contar con una estrategia muy eficaz.

La cuestión es que si apostamos por el marketing de contenidos, es fundamental que vayamos con pies de plomo. Que nuestra marca necesite incluir un tema en concreto, no significa que debamos centrarnos únicamente en ello o que no podamos aportar otro tipo de información. Los consumidores únicamente leerán temas que les resulten interesantes, no aquello que nosotros queramos que lean.

3. No pensar como un medio de comunicación

En cierta manera, el secreto está en pensar más como un medio de comunicación y menos como un marketero que solamente quiere vender. Obviamente, si lo hacemos bien, venderemos, pero todo debe ser mucho más sutil. Los medios suelen tener una agenda de temas más importantes, un equipo profesional y una periodicidad de publicación establecida. Pero además, poseen unos estándares de calidad que pueden incumplirse.

4. No contratar a profesionales

Muy en la línea de lo anterior está la cuestión de quien redacta y genera los contenidos. Normalmente, tendemos a pensar que cualquier persona sabe escribir, pero lo cierto es que escribir para otras personas, sobre todo cuando la finalidad es atraer clientes, requiere de determinados conocimientos y habilidades que no todo el mundo posee. Con lo cual, es importante que los contenidos siempre sean redactados por personas especializadas que sepan sobre el tema y que puedan perfilarlos de la mejor forma posible.

5. Centrarse con las últimas tendencias y olvidar el peso de los contenidos atemporales

Muchas empresas se obsesionan con los temas de moda y les dan prioridad por encima del resto. Los medios los hacen porque esos temas suelen generar picos de tráfico que salen muy rentables a corto plazo.

No obstante, hay que tener en cuenta que el marketing de contenidos no consiste en acumular tráfico online, sino en crear contenidos de calidad. Esto tiene que limitar la manera en la que se trabajan los temas de moda y tiene que llevarnos a dar más importancia al contenido de calidad y que responda a los intereses y necesidades de los consumidores. Sin olvidar los contenidos atemporales que se mantienen perennes y siempre atraen tráfico de manera constante.

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