¿Estás comercializando un producto cuyo público objetivo son los jóvenes? Si es así, no olvides que debes mostrarte cercano y honesto puesto que se trata de un sector de la población que se toma muy en serio los errores de las marcas y que no es nada fiel.
Está bien claro que la fidelidad depende de muchos factores, debes ser tú quien se preocupe por mantenerla. Una vez que una marca haga un error, es posible que pierdas a los clientes de por vida.
Y es que cada acción tiene su repercusión, tanto las buenas como las malas. Las marcas deben ser conscientes de que los jóvenes buscan empresas que se muestren abiertas y cercanas, que además no se centren en emitir mensajes meramente comerciales.
Todo esto significa tan solo una cosa, los jóvenes son más difíciles de llevar de lo que parecen. Son muchas las personas que piensan que es muy fácil vender un producto a dicho público, ya que se deja influenciar por las tendencias y la opinión generalista. Sin embargo, no es así. Son ellos los que deciden qué marca consumir y por qué hacerlo. Si les gusta tu argumento podrías llegar a convertirte en su marca favorita, siempre y cuando no les bombardees con mensajes comerciales y aburridos.
En definitiva, los jóvenes son un grupo más complejo y difícil de comprender. Recurrir a la opinión de personas que provienen del mismo entorno no es un mala idea, puesto que tal hecho podría traer numerosos beneficios a las marcas. ¡Conocer es comprender; y comprender es saber qué mejorar!
