Conceptos

El cliente interno también es un “influencer”; la importancia de la confianza en el crecimiento de las marcas

Son muchas las enseñanzas que nos deja nuestro tránsito por el Social Media cuando nos lanzamos a la construcción de nuestra marca personal.

Comenzamos hablando de  branding,  ya que si evaluamos las razones por las que los clientes abandonan nuestra marca, nos daremos cuenta que seguimos sin asimilar y sobre todo, comprender, la importancia que tiene activar nuestros surcos neuronales más vinculados a la forma en la que nos relacionamos.

Hoy sabemos que ningún consumidor se vincula con una marca que no tenga coherencia entre el mensaje y sus acciones.

Sabemos que la credibilidad sólo es posible con exposición y buen manejo de crisis y que para ello, arduas – pero apasionantes- horas de trabajo en equipo son necesarias.

Sabemos que las cifras de ventas sólo son analizables como macro objetivos y cuando hemos logrado consolidar nuestro Branding bajo los preceptos que rigen hoy la influencia y la capacidad para entregar experiencias únicas que impacten en las emociones de los clientes.

Si analizamos las razones por las que las marcas fracasan en el Social Media o no experimentan el crecimiento proyectado, nos daremos cuenta que el gran desafío sigue estando en la forma en la que se construyen hoy los organigramas empresariales. La forma en la que se ejerce el liderazgo.

No podemos negar la importancia de sumar influencers a nuestra marca, determinante a la hora de evaluar nuestro crecimiento y, no podemos negar tampoco que, ante un modelo productivo en el que se impone el Crowdsourcing, cuidar a nuestros clientes internos, es indispensable para mantener a salvo nuestra reputación.

Hoy establecemos una relación indivisible entre la confianza y el crecimiento de nuestra marca gracias al social media. No debemos olvidarnos que nuestra marca está en manos de aquellos que la promocionan, quienes la siguen, quienes se retroalimentan, es por ello que debemos asociar el éxito de nuestras estrategias de branding, a la capacidad que tengamos para generar confianza.

Estamos inmersos en un modelo productivo en el que se busca la generación de bienes y servicios pensados para satisfacer necesidades ajenas, lo que es posible gracias al acceso contante y en tiempo real, a la información y la opinión de otros consumidores. Es más que evidente que la nueva empresa, aquella en la que se apuesta por la tercerización de los servicios, aquella en la que los equipos de trabajo son en sí mismos estrategias de branding, resulta más dinámica y cambiante que nunca.

Es importante que aquello que nos vincula a una marca esté íntimamente ligado con la calidad de sus acciones y también, con la calidad que impregne en la construcción de sus relaciones con los clientes, externos y también internos, quienes son sus primeros influencers.

Nuestro branding hoy, aquel con el que comenzamos la andadura de consolidar una empresa social, depende de lo confiables que resultemos, en nuestros conocimientos y nuestras cualidades como personas. ¡Necesitamos tomar conciencia del peso específico de los valores en el crecimiento de nuestra empresa!

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