«La mejora del empleo es efímera, frágil y está sustentada por contratos temporales». Esta es la principal conclusión que extrae Àngels Valls, profesora del departamento de Dirección de Personas y Organización de ESADE Business & Law School, de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre de 2015.
Estos datos fueron dados a conocer hace unas horas por el Instituto Nacional de Empleo. Para Valls, esta tesis se deriva en el hecho de que «el 80% del crecimiento de la ocupación interanual se apoya en el incremento producido este trimestre», «una proporción poco sólida», según su opinión. «Además —añade—, el 83% de la contratación del último trimestre ha sido temporal y, si nos fijamos en meses concretos, esta tasa ha llegado a ser incluso mayor; un 92% en junio y, un 93% en mayo».
Además, Valls destaca que es fundamentalmente temporal y «no sobrepasa los 55 días de media de duración, con una tasa de cobertura de desempleo que cae mes a mes y que se sitúa ya en un 55%». «Actualmente el 50% de las contrataciones llegan como mucho a los tres meses y un 30% es de una semana a quince días».
Àngels Valls también destaca un incremento en la tasa de actividad muy bajo: «Una mejora del 0,33% es irrelevante. En un trimestre como éste, debía haber un efecto llamada mucho más fuerte; aquí hay algo que no termina de arrancar». A nivel de paro, Valls también insiste en hacer una lectura prudente: «El paro interanual ha bajado 473.900 personas cuando este descenso, el año pasado, y que no fue nada bueno, fue superior, con 488.900 parados menos».
De la parte que sí se está recuperando el mercado, la profesora de Dirección de Personas y Organización de ESADE Business & Law School, destaca una vuelta a la desigualdad: «La recuperación de la normalidad implica un regreso de los tics; sobre todo, el aumento de la temporalidad y el gap entre hombres y mujeres».