En marketing no es suficiente con ofrecer productos de calidad. Tal afirmación puede pareceros sorprendente, pero es cierta.
¿A qué se debe? Pues bien, los competidores directos comercializan los mismos productos que nosotros. Muchos de ellos los ofrecen a precios muy parecidos y podemos decir que la calidad es también muy parecida. En el momento en el que se dé tal situación, debes saber que la única manera de la que puedes incrementar los beneficios obtenidos es por medio de la innovación.
Si lanzas alguna innovación, adelantándote a todos los competidores, tendrás una ventaja indiscutible. A menudo, se cae en el error de creer que para lanzar alguna gran novedad es necesario disponer de la versión perfecta. Tal creencia es contraproductiva y os diré porque.
Imaginemos que tenemos una idea de mejora espectacular, algo que hará que nuestro producto destaque por encima de los productos de nuestros competidores. Pero decidimos esperar a que la mejora sea perfecta, de mientras los competidores la lanzan en fase beta. ¿Qué ocurre? Que además de no ganar a nuevos clientes e incrementar nuestra penetración en el mercado, perdemos gran parte de los clientes que ya teníamos.
El mundo empresarial ha sido y siempre será un juego en el que el más rápido gana, aquel que presente la mejor versión en el menor tiempo posible. Lo cierto es que la calidad no lo es todo, pero son muchos los que piensan que tal afirmación debe guiar su cultural empresarial.
