Muchísimos anunciantes caen en el error de prestarle demasiada importancia al ROI, llegando a olvidarse de cosas mucho más importantes como el consumidor o la comunicación bidireccional, por ejemplo.
El ROI es muy importante pero no puede captar la totalidad de tu atención porque si te centras demasiado en perseguirlo estarás desaprovechando recursos que podrían hacer que tu compañía crezca.
Además, cabe mencionar que las pequeñas y medianas empresas no deben preocuparse demasiado en obtener un alto índice de Retorno de Inversión, pues al comienzo de la aventura es muy normal que los esfuerzos consigan crear poco a poco la imagen de la marca pero no empecemos a ver los ingresos hasta pasado poco más de un año. Ello no quiere decir que no estemos desempeñando bien nuestras tareas ni que estemos desaprovechando nuestros recursos, en cambio, puede ser que estemos enfocándonos hacia el éxito y estemos caminando poco a poco hacia la consecución de nuestras metas.
Es de vital importancia para el correcto desarrollo de una marca que durante los primeros años de constitución no se persigan los beneficios. Suena a cuento y me preguntaréis ¿y cómo podemos recuperar la inversión que hemos realizado?
Pues bien, os diré que si os centráis demasiado en los beneficios dejaréis apartado el lado humano de la marca y hoy en día marcas que no lo muestran no consiguen sobrevivir durante muchos años.
La clave del éxito está en olvidarse de los beneficios y centrarse en hacer bien las cosas, los ingresos vendrán solos si desempeñamos bien nuestras tareas.
