¿No te has parado nunca a pensar por qué los concursos son tan eficientes? Llegadas ciertas fechas del año, como por ejemplo las fiestas Navideñas, las marcas lanzan concursos muy diversos. Esto les ayuda a mejorar su reputación, notoriedad y fidelizar a los individuos.
Todo esto son objetivos realmente difíciles de conseguir, ¿cómo es posible alcanzar tal eficiencia con tan solo lanzar un concurso? Pues bien, el concurso despierta en nuestra mente las ganas de competir y ganar.
Y es que el propósito es crear engagement, por medio del que el acercamiento se producirá de un modo natural y nada molesto. Las empresas ganan mucho recurriendo a los concursos, sin embargo no todas de ellas recurren a la ayuda de los mismos.
Esto se debe a que la inversión muestra sus resultados a largo plazo, pero el reparto de los premios debe realizarse en el mismo momento. Es decir, la empresa en cuestión debe invertir recursos y hacer el concurso público, sin poder medir en el momento el impacto de la estrategia que ha llevado a cabo.
Pero este no es el principal problema. También cabe destacar la dificultad de medición de los resultados. Pues no es una tarea fácil medir estos indicadores, además de que es algo muy costoso.
Ahora ya conocemos las causas por las que no todos se decantan por el uso de los concursos como parte de sus estrategias. Sin embargo, también conocemos la eficiencia de los mismos.